martes, 18 de octubre de 2011

EL ÁRBOL CONFUNDIDO

Hola a todas! Quiero contarles que sobre mi mesa de luz tengo un libro que se llama "El momento oportuno", un libro de colección "mensajes y cuentos" de Equipo Editorial; la mayoría de ellos de autores desconocidos, que ayudan a pensar y a reflexionar sobre la vida.
En el Prólogo Fernando Perfetti, quien hace la recopilación de los mensajes y cuentos, toma una frase de John Lennon: "La vida es eso que nos pasa mientras pensamos en otra cosa", y agrega: "En nuestra vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente el resultado de nuestro crecimiento interno y que éste requiere tiempo. Seguramente la impaciencia en muchos que aspiran resultados a corto plazo, es un arma de doble filo, pues abandonan súbitamente la tarea emprendida, justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta, sin pensar que el Momento oportuno está por llegar....de un momento a otro.
Deseo les sea fructífero el cuento que elegí; nos encontramos en los comentarios. Cariños!!

El árbol confundido

  En algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, había un hermoso jardín con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste.
  ¡El pobre tenía un problema: no sabía quien era! Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano:
  -Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosísimas manzanas, ¡ve qué fácil es!
  -No lo escuches -exigía el rosal-. ¡Es más sencillo tener rosas y ve que bellas son!
  Y el árbol desesperado intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustado.
  Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:
  -No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la Tierra. Yo te daré la solución. No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tú mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior.
  Y dicho esto, el buho desapareció.
  -¿Mi voz interior?... ¿Ser yo mismo?... ¿Conocerme?...-se preguntaba el árbol desesperado, cuando, de pronto, comprendió.
  Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior, que le decía:
  -Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano; ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Tienes una misión: ¡cúmplela!
  Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.
  Asi, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz. Yo me pregunto al ver a mi alrededor: ¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer? ¿Cuántos serán rosales que, por miedo al reto, sólo dan espinas? ¿Cuántos, naranjos que no saben florecer? En la vida, todos tenemos un destino que cumplir y un espacio que llenar. No permitamos que nada ni nadie nos impida conocer y compartir la maravillosa esencia de nuestro ser. ¡Nunca lo olvides!

                                                                                                                                      Autor desconocido