sábado, 10 de noviembre de 2012

APORTE DE MARINA MARAMARCO


¡Hola!

¡Ahora sí llegó mi turno!

Decidí  hacer mi aporte con un cuento de Umberto Eco que se llama Los tres cosmonautas. Quizás esta fábula, que habla sobre el prejuicio y  la discriminación,  les parezca infantil, pero me animo a decirles que  no lo es  porque  ayuda a reflexionar tanto a chicos como a grandes.
 
 En lo particular, es uno de mis favoritos ya que propone una lección de comprensión y amistad entre quienes, en apariencia, son diferentes; donde   la sensibilidad y el amor le ganan al miedo y a la desconfianza.

¡Espero que lo disfruten!

 
LOS TRES COSMONAUTAS

 
Esta es una fábula de hoy para sus niños. O tal vez no. Es para ustedes. De todos modos, hagan la prueba de contársela a ellos. Tal vez reconozcan su propio lenguaje del futuro, y se la contarán a ustedes.

 
Había una vez la Tierra. Y había una vez Marte. Estaban muy lejos el uno del otro, en medio del cielo, y alrededor había millones de planetas y galaxias.

 Los hombres que habitaban en la Tierra querían llegar a Marte y a los otros planetas ¡Pero estaban tan lejos!
De todos modos se pusieron a trabajar. Primero lanzaron satélites que giraban dos días alrededor de la Tierra y luego regresaban.
Después lanzaron cohetes que daban vueltas alrededor de la Tierra, pero en vez de regresar, al final huían de la acción terrestre y partían hacia el espacio infinito.
Al principio en los cohetes pusieron perros, pero los perros no sabían hablar, y a través de la radio transmitían sólo "guau-guau" y los hombres no podían entender qué habían visto, ni adónde habían llegado. Al final encontraron hombres valientes, que quisieron ser cosmonautas.
El cosmonauta se llamaba así porque partía para explorar el cosmos: es decir, el espacio infinito, con los planetas, las galaxias y todo lo que nos rodea.

 Los cosmonautas al partir ignoraban si podrían regresar. Querían conquistar las estrellas, para que un día,  todos  pudiesen viajar de un planeta a otro, porque la Tierra se había vuelto demasiado estrecha y la cantidad de hombres crecía de día en día.
Un buen día partieron de la Tierra, desde tres puntos distintos, tres cohetes. En el primero iba un norteamericano, que silbaba muy alegre un motivo de jazz.
 En el segundo iba un ruso, que cantaba con voz profunda "Volga, Volga". En el tercero iba un negro que sonreía feliz, con dientes muy blancos en su cara negra. En efecto, por aquellos tiempos los habitantes del África, finalmente libres, se habían demostrado tan hábiles como los blancos para construir ciudades, máquinas y - naturalmente -cosmonautas.

 Los tres querían llegar primero a Marte para demostrar quién era el mejor.
El norteamericano, no quería al ruso y el ruso no quería al norteamericano; y todo porque el norteamericano para decir buen día decía "how do you do" y el ruso decía “ZPABCTBYUTGE". Por eso no se comprendían y se creían distintos.
Los dos, además, no querían al negro porque tenía un color diferente. Por eso no se comprendían.

Como los tres eran muy valientes, llegaron a Marte casi al mismo tiempo.

Llegó la noche. Había en torno a ellos un extraño silencio, y la Tierra brillaba en el cielo como si fuese una estrella lejana.

Los cosmonautas se sentían tristes y perdidos y el norteamericano en la oscuridad llamó a la mamá. Dijo "Mamie"...Y el ruso dijo: "Mama"... Y el negro dijo: "Mbamba”.
Pero enseguida comprendieron que estaban diciendo lo mismo y que tenían los mismos sentimientos. Fue así que se sonrieron, se acercaron, juntos encendieron un buen fueguito, y cada uno cantó canciones de su país. Entonces se armaron de coraje y mientras esperaban el amanecer, aprendieron a conocerse.
Por fin se hizo de día, hacía mucho frío. De repente, de un grupito de árboles salió un marciano. ¡Era realmente horrible verlo! Era todo verde, tenía dos antenas en lugar de orejas, una trompa y seis brazos. Los miró y dijo: GRRR! En su idioma eso quería decir: “¡Madre mía! ¿Quiénes son esos seres tan horribles?”. Pero los terrestres no lo comprendían y creyeron que su grito era un rugido de guerra. Fue así como decidieron matarlo con sus desintegradores atómicos.

Pero de pronto, en medio del enorme frío del amanecer, un pajarito marciano, que evidentemente se había escapado del nido, cayó al suelo temblando de frío y de miedo. Piaba desesperado, más o menos como un pajarito terrestre. Daba realmente pena.

El norteamericano, el ruso y el negro lo miraron y no pudieron contener una lágrima de compasión. En ese momento sucedió algo extraño. También el marciano se acercó al pajarito, lo miró y dejó escapar dos hebras de humo de la trompa.
Y los terrestres, de golpe, comprendieron que el marciano estaba llorando. A su modo, como lloran los marcianos. Después vieron que se inclinaba sobre el pajarito y lo alzaba entre sus seis brazos tratando de darle calor.
El negro, que en otros tiempos había sido perseguido porque tenía negra la piel y por eso mismo sabía cómo son las cosas, dijo a sus amigos terrestres: -¿Se dieron cuenta? ¡Creíamos que este monstruo era distinto a nosotros, pero también él ama a los animales, sabe conmoverse, tiene un corazón y sin duda, un cerebro! ¿Creen todavía que hay que matarlo? No era necesario hacerse semejante pregunta.
Los terrestres habían aprendido la lección: que dos personas sean diferentes no quiere decir que deban ser enemigas. Por lo tanto, se acercaron al marciano y le tendieron la mano.
Y él, que tenía seis, les dio la mano a los tres al mismo tiempo, mientras que con las que quedaban libres hacía gestos de saludo. Y señalando la Tierra, distante en el cielo, hizo entender por señas que desearía viajar allá, para conocer los otros habitantes y estudiar con ellos la forma de fundar una república espacial en la que todos se amaran y estuvieran de acuerdo.
Los terrestres dijeron que sí y para festejar el acontecimiento le ofrecieron un cigarrillo. El marciano muy contento, se lo introdujo en la nariz y empezó a fumar.
Pero ya los terrestres no se escandalizaban más. Habían comprendido que, tanto en la tierra como en los otros planetas, cada uno tiene sus propias costumbres, pero que sólo es cuestión de comprenderse los unos a los otros.


Fuente:http://epb32.blogspot.com.ar/#!/

 

10 comentarios:

  1. Hola Chicas:
    Me pareció muy linda la fabula y muy real lo que cuenta ya que vivimos en un mundo donde se discrimina mucho y mas por el color de piel y el nivel económico. Acá les dejo info del autor:

    Umberto Eco nació en la ciudad de Alessandria, en el norte de Italia, Su padre, Giulio, fue contable antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando fue llamado a servicio en las fuerzas armadas. En ese momento, Umberto y su madre se mudaron a un pequeño poblado piamontés. Eco recibió educación salesiana.
    Distinguido crítico literario, semiólogo y comunicólogo, Umberto Eco empezó a publicar sus obras narrativas en edad madura (aunque en conferencias recientes cuenta de sus experimentos juveniles, los que incluyen la edición artesanal de un cómic en la adolescencia). En 1980 se consagró como narrador con El nombre de la rosa, novela histórica culturalista susceptible de múltiples lecturas (como novela filosófica, novela histórica o novela policíaca, y también desde el punto de vista semiológico). Se articula en torno a una fábula detectivesca ambientada en un monasterio de la Edad Media el año 1327; sonoro éxito editorial, fue traducida a muchos idiomas y llevada al cine en 1986 por el director francés Jean-Jacques Annaud. Escribió además otras novelas como El péndulo de Foucault (1988), fábula sobre una conspiración secreta de sabios en torno a temas esotéricos, La isla del día de antes (1994), parábola kafkiana sobre la incertidumbre y la necesidad de respuestas, Baudolino (2000), una novela picaresca -también ambientada en la Edad Media- que constituye otro rotundo éxito y sus últimas obras, La Misteriosa Llama de la Reina Loana (2004) y El cementerio de Praga (2010).
    Ha cultivado también otros géneros como el ensayo, donde destaca notablemente con títulos como Obra abierta (1962), Diario mínimo (1963), Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas (1965), La estructura ausente (1968), Il costume di casa (1973), La forma y el contenido (1971), El signo (1973), Tratado de semiótica general (1975), El super-hombre de masas (1976), Desde la periferia al imperio (1977), Lector in fabula (1979), Semiótica y filosofía del lenguaje (1984), Los límites de la interpretación (1990), Seis paseos por los bosques narrativos (1990), La búsqueda de la lengua perfecta (1994), Kant y el ornitorrinco (1997) y Cinco escritos morales (1998).

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  2. NOELIA ROTTA:

    Hola a tod@s, me gusta mucho la fabula porque realmente llega al corazón de cada persona y nos hace ser cada día mas humanos porque en la vida a pesar de que todos somos distintos eso no quiere decir que tengamos que discriminar a los demás.

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  3. NOELIA SCIANGULA:

    Que hermosa fabula!!! Me emocione por que es algo que sucede en la actualidad, por que me paso en mi vida y de apoco y con paciencia lo estoy superando día a día.

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  4. Hola a todos.. Marina que hermosa fábula, jamás había escuchado de ella. No se porque pero me llego mucho al corazón. Estas cosas pasan a menudo alrededor nuestro y no nos damos cuenta. Me dejo una enseñanza muy grande y muy linda. Ya me pongo a investigar sobre este autor, porque me gusto mucho y lo veo como un gran aprendizaje. Gracias a este blogs aprendí mucho y se que me sirve para toda la vida. Beso

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    1. Gracias Karen ¡Me alegra que este cuento haya sido tan signififativo para vos y que te motive a investigar y a aprender cada día más!

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  5. Marina, me gusto el texto aunque hubo cosas que me llamaron la atención, pero como es una fabula las pase de largo.
    Es un tema muy particular y entiendo quizás en motivo por el que esta. Relacionaría este tema con "los niños ven. los niños hacen".Los padres somos el ejemplo a seguir para nuestros hijos, nosotros tenemos que enseñarles a respetar a los demás, aceptar las diferencia y que de eso podemos aprender incorporando lo de los demás.
    Me gusta que se hable de respeto, ya que en nuestra sociedad hace mucha falta. Una persona tiene mi respeto, pero si yo no lo recibo lo perderá.

    "Tus acciones y no tu discurso, serán las que te hagan ganar el respeto de los demás"

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  6. ¡Hola Mari!, me encantó la fábula que escogiste, ya que refiere sobre la discriminación y los prejuicios… problemáticas muy comunes en nuestras vidas y difíciles de revertir. Por eso, me parece coherente que el texto “Los tres cosmonautas”, se desarrolle como una actividad de reflexión en todos los niveles dentro de las escuelas.
    A continuación, dejo una breve descripción del concepto “discriminar” y unos videos relacionados al tema.
    La discriminación es hacer distinción en el trato por motivos arbitrarios como el origen racial, el sexo, el nivel socioeconómico, etc. Generalmente se le da a este término una connotación negativa, en la medida en que se trata despectivamente o se perjudica a determinados grupos sin mediar justificativo racional. No obstante, es posible hablar de una discriminación positiva cuando se trata con preferencia a algunos grupos sin perjudicar a otros y cuando se señalan sus necesidades y problemas con la finalidad de ayudarlos.
    • http://www.youtube.com/watch?v=naXcV7MEY9c&feature=related
    • http://www.youtube.com/watch?v=cyWkqXPGXvU&feature=related
    • http://www.youtube.com/watch?v=dlL-f_tistQ&feature=related
    Consulta: Definición de Discriminación » Concepto en Definición ABC http://www.definicionabc.com/social/discriminacion.php#ixzz2CRbRDPsu

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  7. Marina que lindo texto que elegiste. Me encantó que el autor haya destacado las diferencias y que para finalizar haya marcado que a pesar de la desigualdad eran todos iguales.
    A partir de las diferencias que a cada uno de nosotros nos hace persona, nace la segregación. No es lo mismo discriminar que segregar por eso decidí buscar los significados y marcar la disparidad que existe entre estos dos términos.
    Discriminación proviene del sustantivo latino “discrimen”, que significa “diversidad o diferencia”, y discriminar proviene del verbo “discriminare”, que significa “separar, diferenciar, distinguir”. Es decir que cuando discriminamos, en realidad, estamos realizando una operación intelectual necesaria para entender el mundo que nos rodea, que está compuesto por objetos y personas diferentes unos de otros. Por lo tanto, discriminar nos sirve para conocer las diferencias.
    La segregación no es el resultado del simple reconocimiento de las diferencias. Incluye, además, la valoración que hacemos de quienes consideramos diferentes. Los actos de segregación van acompañados de la creencia de que los excluidos son inferiores o tienen características negativas. Son muy comunes los casos de segregación: por cuestiones sexuales, raciales, religiosas, políticas o sociales.

    Muchas veces es lindo compartir las características que a cada uno nos hace diferentes.
    En el curso nos tocó un lindo ejemplo: Katti vino a Argentina con costumbres diferentes a las nuestras y en horas de clases, por lo menos a mí, me gusta escucharla cuando comparte su manera de pensar, actuar y vivir porque son diferentes a nuestras tradiciones y es lindo conocer.
    Para finalizar, quiero compartir un cuento llamado El patito feo, escrito por: Ana María Amarfil.

    Había una vez una señora pata que puso muchos huevos, pero uno era completamente distinto, tenía un sinnúmero de manchitas como lunares, en cambio los otros eran de un solo color, sin manchas ni imperfecciones.

    Cuando se rompieron los cascarones, el patito que salió de ese huevo, lucia diferente, tenía la cabeza más grande, medía un centímetro más que sus hermanos y sus plumas eran oscuras.

    Como todos se burlaban de su aspecto, hasta sus hermanos, porque no nadaba ni caminaba como los demás, era torpe y se veía muy feo, su padre se peleaba con todos por defenderlo y por más que corregía a sus hermanos, estos lo miraban como a un extraterrestre.

    Fue así que el patito decidió irse para que nadie se burle de él. Una mañana hizo un atadito con su ropa y se marchó. Su madre no comprendía por qué este hijo era diferente y lamentó mucho su partida, porque conocía su buen corazón y su tristeza, pero también entendía que su hijo necesitaba encontrar un buen lugar en este mundo para ser feliz.

    Así el patito feo recorrió muchos sitios y todos a su paso se burlaban de su aspecto, hasta que se encontró con el paisaje más bello que había visto en toda su vida y eso que había conocido muchos lugares en su recorrido. Llegó a una laguna donde nadaban unas aves majestuosas y bellas entre flores y plantas acuáticas de aromas dulces y colores hermosos. Eran tan admiradas por su belleza que posaban para los pintores más famosos del lugar y curiosamente invitaron al patito feo a nadar.

    Sin pensarlo dos veces, el patito se metió en la laguna, y mientras corría al encuentro de estos cisnes blancos como la nieve, sus feas plumas se caían y cambiaban por plumas nuevas hasta que se transformó en otro hermoso cisne blanco.
    Y colorín colorado el patito feo, en un cisne bello se ha transformado...

    Fuente:http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__2e9f5840-c853-11e0-82e0-e7f760fda940/anexo1.htm

    http://www.cuentosinfantilescortos.net/cuento-el-patito-feo/

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  8. Hola a todos!
    Marina me encantó tu fábula a más de su lindo significado, me mató de risa en especial la parte del perro y de los dientes del africano fue muy gracioso.
    Con respecto al significado, el respeto a los demás, la tolerancia, la compasión hacia las criaturas más débiles son valores difíciles de ejecutar en ciertas ocasiones. Pero estos valores son importantes porque nos ayudan a convivir en armonía con nuestros semejantes.
    Les dejo un video sobre la importancia de asumir las responsabilidades y trabajar en equipo.

    http://www.youtube.com/watch?v=JOhDDSJf-OU

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  9. Hola Marina, me gustó mucho la fábula y moraleja que resulta de le misma. Según mi punto de vista el respeto es uno de los valores más importantes y que debe ser impartido y desarrollado por cada familia. Aunque en ocasiones es difícil llevarlo a la práctica, debido a que hay determinadas circunstancias que nos hacen perder la cabeza y olvidar que es lo correcto y lo que no.

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